El seminario que proponemos quiere ser un despliegue pedagógico de aquello que entendemos por ansiedad desde una perspectiva filosófica que nos permita entender y comprender qué dinámica alberga; qué papel juega nuestro presente en sus dimensiones cultural, social o económica; su actual emergencia y extensión; cómo repercute en el individuo (en su cosmovisión y en su forma de estar ubicado en el mundo); y qué puede ofrecer la mirada y actitud filosófica para cuestionar su amplia extensión y trascender una vida ansiosa por una vida más serena.
Itinerario
- Nuestra ansiedad. Qué es, cómo nos afecta y que dice de nosotros.
- Cómo vivimos nuestra ansiedad. Qué podemos hacer. Herramientas teórico- prácticas.
- La serenidad de la actitud.
Objetivos:
- Adentrarnos por el significado de la ansiedad (afectación/estilo de vida).
- Las repercusiones en nuestro día a día (sintomatología, etc.).
- Contextualización y origen en nuestra historia vital y social.
- Dinámica (círculo vicioso de la ansiedad).
- Cómo nos colocamos delante de ella, qué actitud tomamos.
- Qué dice de nosotros. Aprovecharemos la ansiedad para realizar un proceso de autoconocimiento.
- Qué alternativas ofrece la filosofía para trascender dicha afectación/estilo de vida.
Partimos de una concepción muy amplia de aquello que señalamos por ansiedad, en la medida que es un término muy utilizado en nuestro día a día, tanto para indicar un estado de ánimo, una manera de vivir, una enfermedad, etc. Esta utilización masiva, muchas veces ambigua, no sólo indica la presencia intensa de algo señalado como ansiedad, sino que, también, es indicativo de nuestro presente y contexto, de una manera de hacer, pensar y vivir.
Por otra parte, no podemos negar la enorme afectación que sufre gran parte de la población, de manera crónica, reiterada o puntual, y que, muchas veces, es concebida como una patología que debe ser tratada clínicamente, señalando al agente portador como sufriente pasivo.
La ansiedad es vivida, en la mayoría de los casos, como una incapacidad para hacer frente a determinadas situaciones, la convivencia con ideas catastrofistas, la incomunicación, una exigencia descompensada, desconfianza, etc.
La persona que lo sufre intenta desconectar, de sí misma, su contexto o de los síntomas de la ansiedad, en un intento de postergar debido al sufrimiento que genera, conviviendo a la vez con un sentimiento de culpabilidad que, poco a poco y como la misma ansiedad, aumenta.
Es posible superar esta afección. Aprender a reconocer qué nos pasa, qué es, como la podemos combatir, qué miedos esconde y, sobre todo, tomar conciencia que es únicamente a través de nosotros, mediante la observación y el auto-conocimiento de lo que esconden dichas situaciones, como podemos superar esta afección circular que acaba convirtiéndose en un miedo al propio miedo.